Recibir una carta de rechazo de la aseguradora después de un siniestro es uno de los momentos más frustrantes para cualquier asegurado. Sentís que pagaste tu póliza para nada. Sin embargo, es fundamental entender algo: un rechazo no siempre es la última palabra.
En mis años de experiencia en el mercado asegurador paraguayo, he visto incontables casos donde una negativa inicial se revierte con la estrategia y los argumentos correctos. La diferencia entre perderlo todo y obtener la indemnización que esperas suele depender de evitar tres errores críticos.
Error #1: El Silencio - Tu Primera Llamada Puede Definirlo Todo
Después de un siniestro, la adrenalina y la confusión pueden nublar tu juicio. El primer impulso puede ser relatar los hechos rápidamente, pero bajo la presión del momento, es común olvidar detalles importantes o describir los eventos de manera imprecisa. Firmar una declaración en ese estado emocional, sin verificar cada palabra, es un riesgo que puede costar caro, ya que esos errores u omisiones involuntarias pueden ser interpretados negativamente por la aseguradora.
Aquí es donde una orientación a tiempo marca la diferencia. Contactar a tu agente de confianza primero te da la calma y la claridad necesarias. Su trabajo no es cambiar tu historia, sino ayudarte a contarla de forma ordenada, precisa y completa.
Error #2: Asumir que una Infracción Anula Automáticamente tu Cobertura
Este es uno de los motivos de rechazo más frecuentes: "cruzó una doble línea", "pasó un semáforo en rojo", "la licencia estaba vencida". La aseguradora alega "culpa grave" y cierra el caso. Pero la realidad legal en Paraguay es mucho más compleja.
Pista de Experto: El Secreto del "Nexo Causal"
Para que un rechazo por infracción sea válido, la ley paraguaya exige que la aseguradora demuestre que esa falta fue la causa directa y determinante del accidente. Un error aislado o un descuido no siempre configuran la "culpa grave" que anula una póliza.
Un rechazo basado en una infracción es casi siempre el inicio de una discusión técnica, no el final del reclamo.